El Gober ideal

*Publicado en El Norte el 19 de enero del 2015

Nuevo León está hambriento de un liderazgo.

Fernando Turner, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes (ANEI), describió este liderazgo como el de una persona que cuente con una rigurosa preparación académica, con conocimientos en distintas áreas de negocios, cultura y ciencia.

Alguien que sea bien leído, viajado y relacionado (a) y, sobre todo, respetado(a) por sus logros y no por su popularidad.

Sin embargo, a pesar de tener muy claro el perfil de liderazgo que Nuevo León necesita, los partidos se han decidido por postular a personas que se encuentran muy alejados de él.

Entre la larga lista de requisitos con que esa persona debe contar existen las siguientes siete cualidades primordiales para lograr el desarrollo económico y social que requiere nuestro Estado, características que parecen estar completamente ausentes de los actuales precandidatos a la Gubernatura.

1) Nuevo León necesita a un Gobernador visionario. De una persona capaz de visualizar nuestro Estado no a seis, sino a 20 ó 30 años. Apto para definir el rumbo hacia donde queremos llevarlo y lograr que vuelva a ser pieza clave en el desarrollo económico, político y social de nuestro País.

Una persona calificada para entender que este Estado por sí sólo puede competir en la economía global y que cuente con la preparación y la experiencia suficientes para delinear e implementar las estrategias necesarias para alcanzar tal objetivo.

2) Entender a plenitud que las ciudades y los estados son pieza primordial del desarrollo económico. Sobre todo, asumir esta responsabilidad y no esperar a que las políticas nacionales y macroeconómicas tengan un derrame económico en el Estado.

El Gobernador debe ser proactivo en explotar los detonantes económicos estatales para llegar a ser una economía innovadora, capaz por sí sola de atraer cerebros, talento y capital para la generación de nuevas empresas y empleos.

3) Tener un amplio conocimiento sobre negocios, en especial sobre finanzas, contabilidad y administración, porque Nuevo León necesita de manera urgente sanar sus finanzas públicas, introducir nuevos modelos de administración y entender qué inversiones generan el mayor retorno público.

Debe reconocer que los negocios son piedra angular para el desarrollo social, pues son el único instrumento verdaderamente sustentable que puede ofrecer mejores sueldos y salarios.

Debe entender cómo funcionan los negocios, promover el emprendimiento de nuevas empresas y el crecimiento y la consolidación de negocios existentes.

4) Ser un estratega con la capacidad no sólo de delinear hacía dónde quiere llevar a nuestro Estado, sino saber priorizar los recursos, el tiempo, las acciones, las políticas y los esfuerzos del Gobierno para alcanzar esos resultados.

5) Ser un gran negociador, pues necesita lograr que grupos multidisciplinarios encuentren objetivos en común y trabajen hacia ellos.

Debe ser capaz de hablar con empresarios, políticos, legisladores, ciudadanos, activistas, entre muchos otros grupos, y convencerlos de sumarse al proyecto estatal.

6) Contar con un gran compromiso social. Su pasión por el Gobierno no debe estar anclada en el poder por sí solo ni en una carrera política, sino en el gusto por servir.

Debe estar dispuesto a entregar seis años de su vida al servicio de los demás y medir su éxito no por encuestas de popularidad, sino por índices de desarrollo y crecimiento estatales.

7) Ser una persona íntegra con una reputación intacta. Con una formación y un carácter sembrado en los valores, una calidad moral intachable, que busque no enriquecerse, sino enriquecer a los demás. Alguien que por convicción, busque cambiar a Nuevo León.

De los nombres escuchados, ¿quién cuenta con estas cualidades? Sin duda alguna, la mejor apuesta -por mucho- es David Noel Ramírez.

¡Anímate, Rector! Nuevo León te necesita.